Sobre el proyecto EMPOWER

Engeli Olan Bireyleri Sobre el proyecto EMPOWER

2020-1-TR01-KA204-094078

Las catástrofes varían en cuanto a tipos, causas y consecuencias, y pueden deberse a causas naturales. Durante las últimas décadas, las catástrofes naturales provocadas por diferentes factores suponen una grave amenaza para la vida, la propiedad y las infraestructuras en forma de daños materiales, pérdidas económicas, muertes y bienestar emocional de los seres humanos en muchas partes de Europa. La clave para mitigar el impacto de las catástrofes se centra en reducir la vulnerabilidad de las personas que corren el riesgo de morir, sufrir lesiones y padecer angustia psicológica.

Las catástrofes naturales tienen efectos desproporcionados en las personas con discapacidad, como las personas ciegas, sordas, las personas con movilidad reducida y sus cuidadores. Los informes específicos de 2004 a 2014 demostraron que las personas con discapacidad sufrieron las catástrofes naturales entre 2 y 4 veces más que las personas sin discapacidad (Informe sobre la catástrofe de Japón de 2011). La razón subyacente a este impacto desproporcionado es que las instituciones o las autoridades tienden a centrarse en la vulnerabilidad de estas personas, las presentan como indefensas y pasan por alto sus conocimientos y habilidades para hacer frente a catástrofes. Es probable que este tipo de ideas erróneas provoquen el ostracismo de las personas con discapacidad, así como de sus cuidadores, y es urgente disminuir la vulnerabilidad.

La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), en sus artículos 11 y 322, exige que las personas con discapacidad y sus familias se beneficien y participen en las estrategias de auxilio en caso de catástrofe, respuesta a las emergencias y reducción del riesgo de catástrofes. Subrayando las obligaciones jurídicas consagradas en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en particular en lo que respecta al artículo 11, en el que se pide a los Estados Partes, incluidos el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, que adopten todas las medidas necesarias para garantizar la protección y la seguridad de las personas con discapacidad en situaciones de riesgo, incluidas las emergencias humanitarias y las catástrofes naturales

En consonancia con la CNUDPD, la Estrategia Europea sobre Discapacidad 2010-2020: un compromiso renovado para una Europa sin barreras que tiene por objeto aumentar la concienciación sobre las necesidades de las personas con discapacidad, incluida la accesibilidad, en el ámbito de la ayuda humanitaria y de emergencia, así como promover los derechos de las personas con discapacidad y sus familias en la acción exterior de la UE y de los Estados miembros. Asimismo, con el proyecto de resolución sobre la estrategia de la UE en materia de discapacidad para más allá de 2020, se han establecido las prioridades para fomentar la inclusión y la participación significativas de las personas con discapacidad y sus cuidadores. Según el Consejo, resulta más crucial la necesidad de aplicar el principio de no discriminación para el ciclo de gestión de catástrofes (prevención, respuesta y recuperación); cooperar en la planificación de la gestión de catástrofes que incluya a todas las partes interesadas; proporcionar conocimientos y sensibilizar a las personas con discapacidad y a sus cuidadores sobre la gestión de catástrofes; reforzar la resiliencia ante las catástrofes y la autosuficiencia de las personas con discapacidad y sus cuidadores. Sin embargo, los resultados de la encuesta mundial “Vivir con discapacidad y desastres”, realizada por la UNISDR en 2014, y las pruebas dispersas revelan que las personas con discapacidad aún no tienen una representación significativa en el desarrollo de la resiliencia ante los desastres y que solo un pequeño porcentaje de los encuestados conoce los programas de gestión de desastres en Europa y la mayoría expresa su deseo de ser incluidos en estos programas. Por lo tanto, la formación y la sensibilización de las personas con discapacidad, los cuidadores y otras partes interesadas son, una vez más, una prioridad citada repetidamente, ya que es importante que las personas con discapacidad y sus cuidadores participen activamente en los ciclos de gestión de catástrofes. Como se deduce, existe una brecha de desigualdades y los sistemas actuales a nivel nacional, regional y global no están garantizando la participación, la inclusión de las personas con discapacidad y sus familias en la gestión de desastres y la integración de la discapacidad en la gestión de desastres.

Los objetivos de este proyecto son empoderar a las personas con discapacidad a través de una gestión eficaz de las catástrofes; sensibilizar a las personas con discapacidad y a sus cuidadores sobre los riesgos crecientes de las catástrofes; hacer que las personas con discapcidad y los cuidadores estén mejor preparados para las catástrofes naturales a través de contenidos de formación y materiales de aprendizaje accesibles en el centro de aprendizaje accesible; capacitar a los cuidadores en el ciclo de gestión de las catástrofes; aumentar los conocimientos y la concienciación de las autoridades y los responsables políticos de la discapacidad y las catástrofes, los voluntarios de ámbitos de la discapacidad, el personal de protección civil vinculados a catástrofes naturales y los profesionales que trabajan con las personas con discapacidad; crear una cultura de la discapacidad y la preparación para las catástrofes en la comunidad en general; integrar la discapacidad en el ciclo de gestión de las catástrofes.